¿Qué es la estimulación cognitiva?
A medida que nos vamos haciendo mayores, nuestro cuerpo y nuestra mente va cambiando, puede que unas veces sea más visible que otras, pero los cambios ocurren. Todos vemos como nos salen canas, arrugas…pero y ¿qué pasa con el cerebro?
Nuestras capacidades cognitivas también cambian, aunque a cada persona de manera diferente. Unos presentan deterioros más rápidos y otros más lentos.
Los cambios que se producen en nuestras funciones cognitivas pueden ser por el envejecimiento normal (problemas asociados a la edad) o producto de una demencia como Alzheimer, demencia vascular, cuerpos de Lewy…
Por eso es importante estimular y mantener nuestras capacidades cognitivas para mejorar y mantener nuestro funcionamiento cognitivo.
La estimulación cognitiva es una terapia no farmacológica que se basa en mantener y mejorar el funcionamiento cognitivo a través de actividades, dinámicas que estimulan nuestras funciones cognitivas como son la atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, praxias, funciones visoespaciales….
Es importante saber que la estimulación cognitiva está indicada para cualquier persona, aunque es importante personalizar las sesiones/talleres para cada nivel cognitivo.
Está especialmente orientada para personas mayores que se encuentran en el proceso de envejecimiento normal aunque no tengan ningún tipo de demencia, ni pérdida de memoria, para personas con deterioro cognitivo leve y en situaciones de demencia leve.
En el caso de las demencias o deterioros cognitivos cuanto antes se empiece a realizar estimulación cognitiva, antes podremos enlentecer la enfermedad.
Cada sesión tiene que ser individual, para poner énfasis y estimular aquellas funciones que todavía conservamos y no se han perdido para no provocar en la persona frustración.
La estimulación cognitiva es importante mantenerla en el tiempo para que nuestro cerebro esté activado.
Dentro de sus beneficios
La estimulación cognitiva busca:
-Reforzar y mantener las capacidades y habilidades de la persona
–Evitar la desconexión del entorno
–Aumentar la autoestima y la autonomía personal
-Evitar el estrés
–Mejorar la calidad de vida de la persona
-Mejorar el funcionamiento cognitivo para ralentizar el proceso de deterioro